Movimiento de Oración por Bolivia
Historia del 8 de Agosto de 1949
Hace 70 años, un lunes 8 de Agosto en la localidad de Merk’a Amaya (que significa garganta de muerto) En el altiplano orureño, se recuerda una masacre en el que un grupo de pastores, misioneros y obreros del Señor ofrendan sus vidas por causa del evangelio.
Los pastores Norman H Dabbs y Carlos Meneses, Hnos Francisco Salazar, Luis Guerrero Junto a un grupo de hermanos llevaban a cabo una jornada evangelista con diapositivas que mostraban la vida de Jesús, luego de haber participado de un congreso en la ciudad de Oruro. Los hermanos del lugar habían trabajado arduamente para invitar a la comunidad a participar de la actividad. Que bonito es cuando la congregación se entrega a la adoración espiritual, cuando las mentes y corazones se recogen para el culto de alabanza, unos meditaban y otros oraban y de pronto se apagaron las luces para poder explicar los cuadros referidos a la vida de Cristo en quechua, los creyentes indígenas llenos de gozo y emoción al ver las figuras representativas de Jesús se olvidaron de las amenazas de muerte que habían recibido de parte de indígenas religiosos católicos intolerantes.
A cien metros de distancia se preparaba la emboscada, los atacantes cercaban la casa, de pronto hicieron llover piedras de todas partes, otros entraban a mano armada con palos, garrotes, piedras y armas cortantes (picotas, hachas y machetes). De pronto la reunión de alabanza a Dios se convirtió en un cuadro de confusión, se oían gritos de desesperación y el dolor de los creyentes que eran asesinados brutalmente y sin piedad, También se oían otros gritos diabólicos en aymara, que decían, “Maten a los diablos evangelistas”….. El dios de las tinieblas estaba en acción, porque la luz del evangelio de Cristo había llegado hasta las sombras de la ignorancia de aquellos hombres. Satanás tomando como instrumentos de muerte, la vida esclavizada por el pecado intentó callar la voz profética, la voz del evangelio y la voz de esperanza de estos hijos de Dios.
Esta aparente derrota del cuerpo de Cristo, en realidad fue el impulso para que muchas personas de la región pudieran abrir sus corazones al evangelio, entregar sus vidas al Señor y vivir una vida plena en Cristo Jesús….. “HE DECIDIDO SEGUIR A CRISTO, NO VUELVO ATRÁS, NO VUELVO ATRÁS!!”